miércoles, 6 de marzo de 2019

TRISTE REFLEXION


Que triste es ver la poca calidad política de este  país.
Es nauseabundo ver que sólo se tiene interés en conseguir el puesto de Presidente, y digo puesto y no cargo,  porque un puesto puede ostentarse y no necesariamente comporta responsabilidades, hay puestos que son sólo de lucimiento, y es en este punto donde veo a los candidatos actuales, porque un cargo implica compromiso, obligación, deber, cometido, tarea, carga, competencia, incumbencia, madurez, sensatez, juicio, seriedad... En definitiva responsabilidad.
Desde los diversos partidos se utiliza el descrédito a los otros, con acusaciones, en muchos casos graves, a los demás, sean o no ciertas. La mentira a base de repetirla, se familiariza y llega a sonar a verdad, para colmo de males.
Es de lo más rastrero y ruín utilizar a los catalanes para desacreditar a un partido o a sus representantes, como es el caso de acusar de traición a un Presidente porque los catalanes se posicionasen en un determinado momento a favor de él. Como si esto no se hubiera dado con los demás partidos, cuando les ha convenido.
Lo es también ver como se han valido y se valen de la inquinia que se tiene y encima se promueve a los catalanes, hasta para desacreditar a un partido en unas elecciones autonómicas concretas que nada tienen que ver con Cataluña o los catalanes, y para colmo se sigue utilizando de cara a las elecciones generales del Estado.
Cuando se utiliza a una parte del país de esta manera, muestra el desprecio que se le tiene, lo cual no puede si no ponderar más el desapego de una parte de su población, sea independentista o no, harta ya de ese afán de doblegar y dominar por parte de aquellos que sólo son capaces de nombrarlos y utilizarlos para criticarlos y denostarlos.
Esto no es buscar el bien común, ni la unión, ni procurar el desarrollo, ni el progreso. Esto no es proyectar ni trabajar por el país, ni total, ni parcialmente.
Eso es navegar a la deriva por agitadas aguas,  sin haber aprendido nada de navegaciones anteriores.
No pretendo con estas palabras indicar que los catalanes sean perfectos y el resto de los españoles no lo sean y mucho menos si se trata de partidos y políticos. Como dice el refrán en todas partes cuecen habas.
Lo que está claro, al menos para quien lo quiera ver, es que por ensuciar la casa a los demás no está más limpia nuestra. Ni por gritar más se tiene más razón. No se es más, ni menos por ello.

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GNOSCE TE IPSUM